Triunfo y Vacio (para mi a punto)
(una contribucion futbolera al neoexistencialismo)
¿Qué fue primero, el catenaccio o el éxito? ¿El estilo es la afirmación de la identidad, o solo adquirimos una identidad a partir de cultivar un estilo?
Estas preguntas circulaban por el bullente cerebro del Eterno Delegado, en la mañana del sábado 1 de agosto, cuando las columnas del CUJ convergían desde todas las filiales sobre la ciudad de las diagonales, para batirse nuevamente en un desafío de invierno después de Villa Atuel. A pesar de sus veinte años al frente del CUJ, no podía evitar la incógnita sobre la reacción del plantel en su vuelta a las canchas después de aquella derrota, de tal significación que hasta produjo efectos de bloqueo de memoria que han impedido hasta ahora, y quizá definitivamente, una crónica de la misma.
A tal punto lo abrumaban las cavilaciones que, cuando el suscripto arriba al domicilio del Eterno para aportar un refuerzo en la cantidad de sillas para el asado post partido, se produce el siguiente diálogo: "Bicho -le digo-te alcanzan las sillas? "¿Traigo alguna tablita más para comer el asado"? A lo cual obtengo por respuesta: "La única tabla que hay que traer es la de Mendeleiev, para calcular las valencias del sodio y el potasio que hay que agregarle al bidón para que los muchachos estén pum para arriba todo el partido y no se deshidraten" me dice. A la puta, lo noto un tanto ensimismado, reflexiono tratando de no evidenciar preocupación.
La preocupación quedó totalmente ratificada cuando retorné a la residencia del Eterno, ya para marchar al field. Porque al ingresar, me encuentro con "La Trattoria de Sir Alex Ferguson" a full. En la mesa del comedor, como si faltaran dos días para el partido, están Oscar, el Tero, el Guti y el propio Eterno entrándole a una tallarinada mortal. "Muchachos -les digo intentando en vano poner un atisbo de realismo- son las 13,20 hs y el partido es a las 14, llegan con la digestión?" "Tranquilo Pancho -responde el Bicho- son fideos con manteca, puro hidratos de carbono, bajan rápido, van a estar ágiles de piernas y livianos de intestino". "Ah, entonces me quedo tranquilo" respondí, sin dejar de sentirme muy boludo porque en casa solo me había tomado un jarrito de sopa SER de vegetales y una pera. Mientras tanto, el Gaspo y el Farra, evidenciando una disciplina de hierro, permanecían sentados contra la pared observando la pantagruélica tallarinada con cara de fakir próximo a ceder a la tentación. El Gaspo me dice: "Pancho, hasta ahora, lo más cercano que escuché a una charla técnica es al Guti pidiendole la sal al Tero".
A los pocos minutos llega el "team Renault" integrado por Elegar, Richard y el Coco. Elegar estaciona y baja del vehículo con anteojos negros y aire de Marquitos Di Palma después de haberle hecho un sobrepaso polémico a Fontana y dice: "Che, esta vez donde eligieron la cancha, en Brandsen o San Vicente?", insinuando que el field donde se hizo la edición de invierno 2008 quedaba en la Loma del Orto. Richard asiente y agrega: "A ver si direccionamos el gasto hermano, porque el año pasado con el alquiler que nos cobraron pensé que habíamos jugado en el Maracaná". El Coco permanece en un silencio KungFutiano y bambolea negativamente la cabeza mientras se agrega un tercer buzo antes de ponerse la camiseta.
El convoy parte hacia el Estadio, donde se produce el encuentro con el resto del plantel. Pedro hace su entrada exhibiendo el infaltable botín "Piñón Fijo", que a esta altura es un modelo registrado. Ataviado con el clásico chupín que deja ver el estrafalario calzado, antes de colocarse la Cascaruda ensaya movimientos enfundado en camiseta de Sarmiento modelo 1980, línea "Oscar Rubén Peracca".
Irrumpe en el estadio el trío Puños de Acero-Joya-Cirilo, este último directamente desde Ezeiza habiendo superado a duras penas el acoso periodístico en el salón VIP del Aeropuerto para llegar a tiempo al estadio, y se produce uno de los puntos altos de la tarde en materia de emociones. Cuando Cirilo ingresa al campo vistiendo el buzo Cascarudo de arquero especialmente diseñado, varios somos los que estamos al borde de las lágrimas (entiéndase bien, no porque verlo al arco ahora dieran ganas de llorar, sino porque la imagen nos retrotraía a momentos culminantes de la historia competitiva de los cascarudos en el Estadio Provincial o en Villa Argüello).
La gran actuación de Cirilo en el partido, 8 años después de la última vez que se desempeñó en ese puesto, demostró la tesis desarrollada en la investigación titulada "La Memoria Genética del arquero", publicada en el suplemento deportivo de la revista "Nature", también conocido como "Nature-Ole", escrita por los deportólogos Alcides Gubitosi y Mariano Gironacci, a cargo del entrenamiento de arqueros en las inferiores de BAP.
El CUJ encara el match con el renovado esquema de "Team Manager" (el Eterno Delegado) mas Director Técnico (el Tero). Pero esto motiva más dilemas textiles que futbolísticos. En efecto, es sabido que el CUJ, de por vida, no saldrá del Catenaccio como forma de juego. A lo sumo, podrá aplicar sus variantes "Catenaccio ligth" -apto para primer tiempo livianito, sacando ventaja en cualquier momento- y "Catenaccio premium" -encerramiento total e inexpugnable, con el formato en "V" de Ventus o en "U" de upite, en clara referencia al cierre hasta de esfínteres para afrontar los últimos diez minutos de partidos teniendo una exigua ventaja.
En cambio, algo no encaja cuando el Tero se instala al borde del campo empilchado de Armani (a tal punto que la prensa lo definió como "El Carlo Ancellotti del CUJ") como DT, mientras que el TM (Team Manager), encargado de todas las relaciones institucionales, las negociaciones y asiduo concurrente al lobby de los hoteles donde se definen los términos de las presentaciones del CUJ, entra al Sheraton vestido con el modelo Diportto 1982. Algo no va. "Es que el técnico no murió", desliza el Eterno mientras saborea un Martini seco en la barra del Hilton.
"O el Tero se pone el buzo de entrenador o el Bicho le pide un canje a Etiqueta Negra, que hace juego con el color cascarudo" se rumorea en los corrillos del CUJ, siempre atentos a la imagen del plantel. Es una inquietud no resuelta que sin duda requerirá la atención, quizá hasta alguna votación, pero eso se resolverá más adelante.
Porque ahora estamos en el primer tiempo y, como siempre, el CUJ afronta los primeros 10 o 12 minutos de acomodamiento, durante los cuales pasa algunos sofocones. Sin embargo, promediando la etapa se empiezan a suceder una cantidad de cambios tal que el rival empieza a confundirse. Ya no saben quién está afuera y quién adentro de la cancha. El Eterno tanto puede vociferar una instrucción como tirarse a los pies de un rival que pasa cerca de la línea lateral. El Mono, Sandro, el Farra, el Eterno y Elegar empiezan a rotarse con la velocidad de los cambios en la NBA, y hasta se duda de que en algún momento el CUJ tuvo tres jugadores más en cancha que el adversario, pero son habladurías de la prensa.
Lo cierto es que con las intervenciones acertadas de Cirilo, un par de rechazos destemplados en defensa y el Coco tirando centros mediante largos saques laterales, el CUJ empareja el partido aplicando el método que Doménico Catenaccio tomó del rugby: "cuando estés apretado, tirala al line y después mandale centros con saques laterales al estilo Pizzurica en Atlanta, para la carga de los cabeceadores". El CUJ cumple a rajatabla con el manual de su santo patrono. Y así empieza a generar situaciones.
Centro desde la izquierda y Sandro estrella un cabezazo en el travesaño. Nuevo centro desde la izquierda, Sandro repite el cabezazo que da en el palo y el rebote le queda para hundir al arquero en el fondo del arco. Pero cuando le pega, el remate toma elevación y va a parar al depósito de Nesquik del Supermercado Mayorista "NiNi", contiguo al complejo Rock&gol donde se está desarrollando el match. "No tiren carajo", se queja un repositor que había venido a cargar el carrito para reaprovisionar la góndola de "mermeladas y afines". A todo esto, Carlo Ancellotti había comenzado a gritar el gol, llevado por la ansiedad de revertir la imagen dejada en Villa Atuel. Desde el Mayorista NiNi el delegado de Hugo Moyano agarra el altavoz y anuncia que si siguen los actos de intimidación contra los trabajadores van al paro por tiempo indeterminado. Sandro gira en el acto y dispone su "autorreemplazo". Se manda directamente al banco recaliente, pero ya tendría su revancha, como todos los grandes......
Sigue el juego y el Mono, que había acordado con el DT y el TM hacer entradas breves pero fulminantes, ensaya un slalom tipo Messi desde la mitad de la cancha hasta la medialuna, perseguido pacientemente por Quevedo que lo putea en volumen creciente a medida que Don King no le pasa la bola. Pero el CUJ ya inquieta, sacando mejor provecho del desorden en que se ha convertido el partido, con la pelotita rebotando por todas partes vista cierta superpoblación de la cancha, cual video game enloquecido.
Termina el primer tiempo con un 0 a 0 que deja latente el siempre oportuno zarpazo definidor del CUJ. Y eso que a los diez minutos, Pedro se retiró con un desgarro que le costó no solo su salida del partido, sino también una demanda de la marca de chupines que lo viste, por no cumplir con el tiempo mínimo de exhibición del modelo conforme lo exige su contrato.
En el entretiempo se produce una situación propia de un plantel que tiene más referentes que jugadores. Porque los integrantes del CUJ deciden unilateralmente hacer cambios posicionales, y cuando está por arrancar el segundo aparece Ricky en el arco y Chelo al centro, para desesperación de Carlo Ancellotti. El Tero apela a la rigidez disciplinaria del TM gritando "Bicho, decile a estos inconcientes que dejen todo como está, Ricky se volvió loco y quiere ir al arco!!!" Sir Alex Ferguson podría sacar alguna ventaja política de esta situación, sin embargo, privilegia su rol de líder estratégico-institucional y lanza una severísima advertencia: "el que no le da bola al Tero no come vacío". Suficiente. Todo el mundo retorna a su lugar. Es sabido que en el CUJ, quedarse sin asado se sufre como una sanción más grave que las 25 fechas de suspensión que le dieron al Lobo Fischer después que lo dejó al 6 de Chacarita comiendo puré con sorbete.....
Y el juego del CUJ empieza a inclinar la cancha. La pelota circula por un mediocampo que renueva aire constantemente, porque la velocidad de los cambios ya está más perfeccionada que el cambio de gomas en Ferrari. El Gaspo anuncia con algún disparo que es el anticipo de una sentencia letal. El Guti cierra y emprolija por izquierda, mientras el Coco los amansa con un par de roscazos a los que suben a buscar centros. Y Cirilo vuela para los flashes de la nube de fotógrafos, muchos de ellos llegados desde los países del Caribe para seguir la reaparición al arco de Cirilo.
Mientras tanto, un hombre está solo y espera.....La esperanza blanca del CUJ, que hasta entonces no había ingresado, comienza a moverse pegado a la línea de cal. Carlo Ancellotti lo había dicho antes del partido: "es mi jugador-emblema. Serán solo 15 minutos, pero serán inolvidables". Si, la Joya elonga levemente, luego de haber soportado un vientito persistente que le rompió las pelotas durante todo el partido. Pero los que están consustanciados con una causa no precisan arengas, saben cuando ha llegado su momento. Y él es conciente de que ese momento está por llegar...
Mientras tanto, el Bicho sube por derecha, adelanta una pelota hasta el borde del área y cuando parece que el defensor rechaza, el Eterno llega a trabar y la globa se eleva, azul un ala del color del cielo, oma una parábola endiablada y baja combada al segundo palo ante la desesperación del arquero. Gol del CUJ. 1 A 0. La máquina de picar rivales comienza a deshilachar la ilusión del adversario.
Y el momento llega. La Joya salta a la cancha o, bueno, digamos que traspone la línea de cal e ingresa al campo. Los defensores rivales comienzan a ser traccionados por una especia de Caterpillar del área, que los arrastra hacia los costados abriendo huecos en la defensa rival, para la llegada fulminante del Gaspo, vía pase profundo de Elegar, el Farra o Sandro. Otra vez, la antigua guillotina del CUJ anunciando la decapitación de las esperanzas rivales, doblegando antes la voluntad que el arco adversario. El Eterno, manos en la cintura aguardando para lanzar un tiro libre, me dice a la pasada sabiamente: "en la cabeza de ellos, ya pierden 2 a 0".
Y para confirmar ese comentario, llega el instante más sublime del partido. Cirilo descuelga un centro y pasa rápidamente con la mano hacia el centro de la cancha. Transición velocísima en la mitad con pase sesgado levemente hacia la izquierda del ataque, ya en zona de definición, para la Joya. Al encontrarlo haciendo su laburo de tracción, el pase le llega al Titi de espaldas al centro del área y le queda a la altura del talón. En una escena dantesca, un alud de defensores, como si la cancha se hubiese inclinado y ellos fueran lanzados por un movimiento sísmico hacia la humanidad de la Joya, se lanzan a la caza de la víctima.....
La vehemencia del arranque ilustra el vértigo de la acción, alguien se toma la cabeza por adelantado imaginando la feroz entrada de los defensores a los tobillos de la Joya. Si había un título para describir ese momento era "el centroforward murió antes de girar"....
Pero es en ese instante cuando la dimensión del talento corta el aliento de todos los presentes: la Joya, aparentemente huérfano de toda chance, sencilla y genialmente mete un pase de taco, descolocando con esa maniobra a la marea humana que se cernía amenazante. La precisión del movimiento es un escalpelo que, con exactitud quirúrgica, abre la jugada como si le hicieran una operación a corazón abierto al área rival. En una milésima, el condenado sacó de la galera su mejor truco y donde solo podíamos imaginar un remolino de tierra y violencia generó el amanecer del segundo gol del CUJ. Porque el taco pone la pelota exactamente en los pies del Gaspo, que define con la frialdad de Boogie el Aceitoso. Extraordinario. Al borde de la cancha, Carlo Ancellotti sube el cuello de su campera europea, y luego de cinco minutos de aplaudir, dirige una mirada furtiva al palco de periodistas. El mensaje es claro: "esto recién empieza, imagínenselo cuando juegue 25 minutos".
Los rivales quedan devastados. Faltando dos minutos y apelando al foul, convierten un forzado descuento. Saque desde la mitad de la cancha, el balón deriva hacia la defensa del CUJ, el suscripto rechaza de sobrepique como para que la pelota no vuelva más, cae llovida desde una altura de 20 metros en los últimos sesenta centímetros de cancha entre el arco y el 2 rival, que en retroceso desesperado estrella un cabezazo sobre el travesaño de su propio arco y cuando ella vuelve, quien si no Sandro para empujarla casi románticamente hacia el fondo del arco, como si estuviera ejecutando la nota final de "Trigal". 3 a 1 y se terminó.
Y a la noche, la calidad del vacío XXX Mono otra vez presente, pero con innovaciones. Porque ahora Don King se hace asistir por dos esbirros a los que conduce por control remoto, impartiéndoles órdenes a través de la ventana de la cocina del Eterno Delegado. Justifica este modus operandi alegando "que no estoy bien de la laringe",mientras los asistentes se cagan de frío esperando instrucciones junto a la parrilla. Y la jornada se remata con el tequila que trajo Cirilo y la ceremonia de mandarse una medida sin anestesia, previa ingesta de un limón para caipirinha y un puñado de sal fina, como para amortiguarle al estómago el tequilazo. A la cuarta medida, algunos cascarudos comienzan a derrumbarse pesadamente, no sin antes dejar fijado el próximo compromiso para EL 26 DE DICIEMBRE EN JUNIN, EDICIÓN DE VERANO Y PREPARANDO SANTIAGO DE CHILE 2010.
Es así como el CUJ pudo comprobar el vacío que sigue al éxito. Después de tanta adrenalina, del delirio del triunfo o de los avatares del destino, siempre estamos expuestos al vacío. Muchas veces hemos leído sobre planteles que necesitan asistencia psicológica para sobrellevar esos difíciles momentos. Por eso, aunque Jean Paul Sartre no lo pueda entender nunca, el CUJ es lo más grande: porque es tan simple como jugar un partido con el corazón y mandar el vacío a la parrilla.
Pancho